El pasado fin de semana ha sido tan emocionante, positivo y estimulante que me ha costado sentarme y encontrar las palabras adecuadas para hacer balance y dejar constancia de todo lo vivido. Sé que me voy a quedar muy corta con las valoraciones de cada momento disfrutado en nuestra convención de Valencia, una ciudad muy acogedora que ha sido el marco excepcional en el que poner en común nuestro trabajo, retos, propósitos, ilusiones… 
Más de 2.000 personas, de España, Italia e Inglaterra, unidas por un mismo proyecto profesional y personal que nos da muchísimas satisfacciones. Trabajar en nuestro equipo nos recompensa a diario pero especialmente en encuentros clave como el de este fin de semana, que es la prueba del buen rollo, sana energía y esplendoroso futuro que reina en nuestro equipo. 
Un equipazo que se desplazó casi en su totalidad, porque es tan importante trabajar y tener éxitos como celebrarlos y compartirlos. Y eso es lo que hacemos en nuestras convenciones, celebrar en familia, con amigos y compañeros nuestro trabajo, los retos conseguidos, para poder plantearnos nuevos objetivos. Y eso hicimos. 
Me siento muy orgullosa de todas y de todos. Especialmente orgullosa, me permitiréis, estoy de mi marido y de mi hija, que quisieron acompañarme en esta celebración. Vinieron porque se lo merecen. Aunque disfrutamos de mucho tiempo juntos en la vida diaria, gracias a la flexibilidad de mi trabajo, bien es cierto, que les robo algo de tiempo con mis gestiones, por lo que es justo y necesario que se apunten a mis viajes y fiestas laborales. Sé que es un lujo poder tener un trabajo que valore la vida familiar tanto como los objetivos laborales, lo sé y por eso animo a diario a que más mujeres u hombres se animen a formar parte de nuestro equipo. 
Seguiré insistiendo porque soy muy feliz, lo reflejan estas imágenes que resumen lo vivido en Valencia y que expresan cuánto hemos disfrutado porque bien que lo merecíamos. Para no olvidarme de nadie, a nadie voy a citar en particular. Mis admiradas ya sabéis quienes sois así como mis apoyos e incondicionales. A todas y todos gracias, gracias por la confianza, los aplausos, el positivismo, la energía y buen rollo compartido, las emociones expresadas y las contenidas, y en definitiva gracias por seguir haciendo de este trabajo, un trabajo ilusionante, motivador y único. 
Seguiremos trabajando, con más fuerza que nunca, nuevos retos y más amigos para apoyarnos en el camino. Gracias y a trabajar que en nada nos volvemos a reencontrar en Roma2017. 

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