¿Te ha vuelto a ocurrir?

Quiero decir, ¿nuevamente has sucumbido al fervor de los buenos propósitos para este año y ya has comenzado a incumplirlos?

¿No crees que te mereces ser feliz?

Ser feliz jamás pasa por fijarse retos laborales o personales que exijen de nuestra parte, muchísimo más de lo que podemos ofrecer.

Ser feliz no pasa por tener un super trabajo sino uno que nos permita disfrutar en su desarrollo y ganar el dinero que necesitamos. 

Igualmente ser feliz no pasa por estar super delgado sino sano y en forma.

Si a la razón, en tu caso, siempre la vence el corazón, no sufras ni te autocastigues y déjate guiar por tus convicciones más íntimas. 

Triunfarás en tus retos laborales mientras no impliquen grandes sacrificios ni un alto nivel de estrés.

Te pondrás en forma y mantendrás, si no comienzas dietas insanas y esclavistas. 

Cuídate, replantéate tus retos personales y profesionales y busca el equilibrio entre los dictados de tu corazón y los de tu cerebro. Ni uno ni otro por ti solos, te permitirán cosechar éxitos pues es imprescindible una armonía entre lo que puedes y lo que deseas.
El equilibrio es la clave para una vida exitosa. Invierte tiempo y energía en cuidar tu cuerpo tanto como tu mente y espíritu. Necesitas una auténtica armonía para hacer tus sueños realidad.